
27 Ene Recomendaciones para retirar el chupón de manera respetuosa y empática.
Retirar el chupón puede ser un gran reto tanto para los niños como para sus cuidadores. Durante la infancia, el chupón desempeña un papel importante: ayuda en la regulación emocional, brinda consuelo en momentos de estrés y proporciona una sensación de seguridad. Sin embargo, llega un momento en el que es recomendable dejar de usarlo. Para lograrlo de manera respetuosa y empática, es esencial abordar este proceso de forma gradual, teniendo en cuenta las necesidades y el ritmo de cada niño.
El primer paso es preparar al niño o la niña para la transición, explicándole con palabras sencillas que pronto llegará el momento de guardar el chupón. Una buena estrategia es destinar un lugar o espacio especial donde pueda colocarlo temporalmente. Por ejemplo, se puede decorar una cajita junto con el niño y explicarle que ahí “descansará” el chupón cuando no lo esté usando. Incluirlo en la decoración y permitirle elegir los colores o pegatinas para adornar la caja lo motivará a participar en el proceso.
Posteriormente, se recomienda comenzar poco a poco a establecer momentos sin el chupón, como mientras realiza alguna actividad tranquila o cuando se siente en calma. Antes de la siesta, se puede invitar al pequeño a colocar el chupón en la caja con frases positivas y motivadoras, recordando que, al despertarse, podrá recuperarlo si así lo desea. También es aconsejable celebrar sus logros con elogios y reconocer cada pequeño paso que da para fomentar su seguridad y autoestima.
Cuando el niño ya esté habituado a pasar ciertos periodos del día sin el chupón, puedes extender esta práctica a la noche. Antes de dormir, se guarda el chupón en la caja especial, siempre con la promesa de que estará disponible si lo necesita. Con el tiempo, el niño se dará cuenta de que es capaz de conciliar el sueño sin recurrir a él. Este proceso puede variar de un menor a otro: lo importante es mantener la constancia y la paciencia, sin forzarlo de manera brusca o regañarlo si lo pide de nuevo.
Como apoyo paralelo, es fundamental enseñar y practicar estrategias de regulación emocional que reemplacen la necesidad de succionar el chupón. Algunas actividades recomendadas incluyen juegos de respiración, abrazar a mamá o a papá cuando se sienta inquieto, utilizar juguetes de apego que le brinden consuelo o incluso explorar cuentos y canciones que hablen sobre cómo hacerse mayor y dejar el chupón atrás. Con estas dinámicas, el niño aprende nuevas formas de calmarse y de manejar situaciones de estrés sin depender de este objeto.
Finalmente, es importante recordar que cada niño tiene un ritmo único. Si se muestra muy aferrado al chupón, no pasa nada por ir más despacio. Lo esencial es transmitirle seguridad, empatía y un ambiente de confianza, de manera que asocie este cambio con una experiencia positiva y no con una imposición repentina. Con paciencia, cariño y constancia, se puede acompañar al niño para que, poco a poco, aprenda a decirle adiós al chupón y refuerce su autonomía en este valioso proceso de crecimiento.
Recomendaciones de materiales:
- Cuentos “Edu ya no necesita el chupete” de Linne Bie
Pacheco-Vázquez, V. L., López, D. E., Guzmán, K. S. G. G., Escalante, C. M. G., Mendoza, A. R., & Rangel-Fuentes, K. G. Impacto de los hábitos de succión no nutritiva sobre la oclusión infantil. Revisión de la Literatura. Directorio Revista ADM Estudiantil, 12.
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