Tips para lograr la Generalización en niños con autismo

Enseñando la generalización a niños con autismo

Tips para lograr la Generalización en niños con autismo

Niños con Autismo y Generalización

Los niños con autismo aprenden gran parte de sus habilidades de manera distinta a sus pares neurotípicos. Y aunque cada niño con autismo es único, una de las características constantes es que presentan dificultad para transferir las habilidades que han aprendido bajo ciertas circunstancias, a situaciones y entornos nuevos.

Por ejemplo, un niño puede ser capaz de responder cuando el papá lo saluda diciendo “Hola Miguel”, pero no responde cuando su abuela inicia la conversación con un saludo equivalente pero no idéntico como “hola pequeño”. O una niña puede nombrar todos los animales del mar en el consultorio de su terapista, pero no lo hace en casa.   Y otro niño puede armar sus rompecabezas favoritos mientras está sentado en la mesa de juegos en su cuarto, pero tiene dificultad para jugar con esos mismos rompecabezas en el piso del patio.

Como Don Baer, ​​pionero en el campo del análisis conductual aplicado y la intervención temprana, dijo una vez: “Nadie aprende una lección generalizada a menos que se enseñe una lección generalizada”.  Así que planifiquemos para ello.

 

Incorporar variabilidad

Al planear qué y cómo le vamos a enseñar a nuestro niño nuevas habilidades, es importante consideremos la importancia de incorporar variabilidad en todas sus formas.  Algunas ideas:

  1. Varíe la actividad en la que está enseñando algo. Si le está enseñando a su hijo a pedir un artículo deseado, enséñele a pedir un juguete deseado mientras juega, a pedir un libro preferido cuando están leyendo cuentos antes de acostarlo, y a pedir la camiseta que quiere usar cuando lo está ayudando a vestirse por la mañana.
  2. Varíe los materiales que está utilizando. Si le enseña a armar un rompecabezas, intercambia entre 3 o 4 rompecabezas diferentes. Si le está enseñando a pedir un vaso, usa una variedad de vasos.
  3. Varíe el lugar en el que está enseñando una habilidad. Si le está enseñando a jugar de forma independiente, enséñele a hacerlo sentado en la alfombra de la sala de estar, pero también en la mesa de juego de su habitación y en el patio o jardín.

 

Enseñando en el entorno natural 

Es importante que enseñemos en el entorno natural del niño y con elementos (materiales y juguetes) que utiliza regularmente, así como en momentos que naturalmente ocurren en el transcurso de su día.  Aqui algunos ejemplos:

  1. Sí le está enseñando a su hijo a pedir un artículo deseado, hágalo durante el desayuno, creando un momento en el que necesitará más jugo.
  2. Sí le está enseñando a seguir instrucciones, pídale que le traiga sus zapatos cuando se los vaya a poner para que puedan salir a jugar.
  3. Cuando este enseñándole a su hijo a lavarse las manos, hágalo antes o después de una actividad que realmente lo requiera (es decir, antes de comer o después de pintar).

 

Enseñar autonomía

Para nuestros hijos más pequeños esto significa enseñarles a captar nuestra atención, solicitar retroalimentación y enseñarle al niño a mostrarnos lo que están haciendo (“Papá, estoy saltando”) o una tarea que han terminado (“Mami, mira” mientras muestran el pez que acaban de colorear).

 

RECUERDE: el real indicador de la adquisición exitosa de habilidades es el uso de estas habilidades en nuestros entornos naturales e interacciones cotidianas.

 

Dra. Mapy Chávez Askins,  Directora Fundadora, Alcanzando Inc.

 

 

 

 

 

 

 

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