16 Mar Bullying ¿Cómo anticiparnos a este en el entorno escolar?
Bullying: ¿cómo afecta a los niños con autismo?
El Bullying (o acoso) es cuando los niños se burlan de otros niños una y otra vez, o cuando bromean porque realmente quieren herir los sentimientos del otro, o asegurarse de que alguien se quede fuera de los juegos o actividades.
Ejemplos de acoso son:
- Decir algo hiriente a otro,
- Insultar a un compañeros
- Difundir historias desagradables sobre ellos
- Dejar a un compañero fuera de las actividades
- Golpear y empujar a un compañero o quitarles sus cosas.
Los niños con autismo corren un riesgo mayor de ser víctimas de acoso. El acoso puede ser malo para su autoestima, salud mental, habilidades sociales y progreso académico.
Muchos niños con autismo no se dan cuenta de que están siendo acosados y/o no pueden comunicar lo que sucede.
Lidiar con experiencias de bullying siempre será un momento cuyo desenlace dependerá mucho de cómo sea manejado no sólo por los padres de todos niños involucrados, sino también por los maestros del aula escolar.
Señales de que los niños y adolescentes autistas están siendo acosados
Detectar el acoso puede ser difícil, especialmente con niños con autismo. Pueden tener un habla limitada o no saber cómo comunicar sus experiencias.
Además, es posible que los niños con autismo no siempre se den cuenta de que están siendo acosados, especialmente cuando se trata de un acoso más indirecto. Y, a veces, pueden pensar que un niño los está acosando cuando en realidad el niño sólo está tratando de hablar o jugar con ellos.
No existe una sola manera de saber si los niños están siendo acosados. La forma en que reaccionan los niños depende de la gravedad del acoso, así como de sus personalidades. Pero hay algunos signos que pueden servir como señales de alerta.
Signos físicos
Su hijo podría:
- Tener moretones, cortes y rasguños inexplicables
- Volver a casa con pertenencias o ropa faltantes o dañadas
- Volver a casa con hambre.
Signos de comportamiento
Su hijo podría:
- No querer ir a la escuela
- Tener miedo de caminar o tomar el autobús a la escuela
- Empezar a tener malas calificaciones
Signos emocionales
Su hijo podría:
- Tener pesadillas
- Llorar mucho
- Enfadarse o auto-agredirse más de lo habitual
- Tener cambios de humor
- Sentirse ansioso
- Parecer retraído
Otros signos
Su hijo podría:
- Decir que se siente enfermos o tiene dolor de estómago
- Mostrar cambios en sus patrones de alimentación o sueño
- Empezar a acosar a otros
¿Ante el hecho que debemos hacer?
Si su hijo está siendo acosado, necesita orientación, amor y apoyo, tanto en el hogar como en la escuela. Su hijo también necesita saber que usted trabajará con la escuela para prevenir más acoso.
Hablemos con nuestros niños sobre lo sucedido y utilizando un lenguaje apropiado para su edad, hablar sobre cómo él o ella ha experimentado el hecho, ya sea una intimidación verbal o física. Es importante no alentar una actitud de revanchismo o venganza.
Luego de identificar los sentimientos de nuestro hijo debemos entablar una conversación con los padres del otro niño, será preciso involucrar a directores y maestros si el hecho está vinculado a la escuela. Aquí podemos motivar a que existan políticas claras sobre el acoso escolar y sus consecuencias. Siempre enfocados en que esta solución esté liderada por profesionales competentes en la materia.
¿Cuál sería la mejor estrategia para solucionar conflictos en la escuela que acaben en acoso escolar? ¿Cómo tomamos acción para desterrar el bullying en los espacios que frecuentamos?
Conversa con tu niño
Es frecuente que los niños con autismo no se den cuenta de que están siendo acosados o que no puedan comunicar por diferentes factores lo que les sucede, conversemos con ellos para que entiendan qué significa el acoso. Ayúdalo a que comprenda la diferencia entre el trato apropiado e inapropiado de sus amigos y compañeros de clase.
Si crees que tu hijo está siendo acosado, puedes averiguar qué está pasando escuchando y hablando con él. Cuando sepa más, puede tomar medidas con la escuela y ayudar a su hijo a manejar el acoso. Las conversaciones tranquilas y afectuosas con ustedes también ayudarán a su hijo a sentirse amado y apoyado.
Podrías preguntarle a tu hijo si algo o alguien lo ha entristecido. Si tiene poco o limitado lenguaje, puedes pedirle que haga dibujos o que señale imágenes o dibujos para mostrarte lo que le molesta.
Si es víctima de acoso en la escuela, tu hijo necesita apoyo y amor en casa. tu hijo también necesita saber que la situación no es su culpa y que usted la solucionará.
¿Cómo Anticiparnos?
Anima a tu hijo a que te tenga confianza y no tenga temores de ningún tipo. Esto permitirá que cada hecho de acoso no escale a mayor grado, pues nuestro niño nos dará la alerta oportuna.
Si puedes, es importante que ayudes a tu hijo a comprender qué es el acoso escolar. Por ejemplo, podrías usar juegos de roles o tiras de dibujos animados para mostrarle a tu hijo la diferencia entre la intimidación y los accidentes o malentendidos. Las historias sociales también podrían ayudar.
También es importante que su hijo pueda alejarse del acoso. Podrías darle a tu hijo una lista de reglas a seguir. Por ejemplo, sonríe, habla, camina y díselo a un adulto. Una tarjeta de aviso puede recordarle a su hijo qué hacer y con quién hablar si está siendo acosado. Puede incluir palabras para decirle al maestro, o una nota para darle al maestro.
Verifica que tu hijo sepa dónde están los lugares seguros de la escuela. Un mapa escolar que muestre los lugares seguros podría ayudar a tu hijo a visualizar a dónde ir.
Trabajar en las habilidades sociales de tu hijo puede ayudarlo a saber qué hacer en diferentes situaciones y brindarle formas de sobrellevar la situación. Por ejemplo, puedes asegurarte de que tu hijo sepa decir «Basta, no me gusta eso» y que encuentre un maestro si está siendo acosado.
Los verdaderos amigos también pueden proteger a tu hijo del acoso. El organizar citas para jugar u otras actividades sociales, puede ayudar a tu hijo a desarrollar amistades con niños dentro y fuera de la escuela.
Trabajando con las escuelas frente al acoso escolar
Si tu hijo está siendo acosado, obtén ayuda de tu escuela lo más pronto posible. Las escuelas toman el bullying/acoso muy en serio. Los maestros de tu hijo probablemente ya han recibido capacitaciones para detectar y manejar el acoso. Si no es así, ¡solicita que se haga! Y trabajarán contigo para tratar de prevenir futuros eventos de acoso.
El primer paso es programar una reunión con el maestro de tu hijo, la administración de la escuela, el psicólogo escolar, o el personal de apoyo especializado. Es más probable que la reunión tenga buenos resultados si puedes expresar tus inquietudes con calma, así que piensa en lo que te gustaría decir antes de entrar a la reunión.
En la reunión, puedes explicar cómo los problemas afectan a tu hijo y obtener la perspectiva de la escuela. Al trabajar con el personal de la escuela, puede identificar las horas, los lugares, los estudiantes y las actividades que tienen más probabilidades de poner a tu hijo en riesgo de acoso futuro.
También puede preguntar sobre las estrategias de la escuela para controlar y prevenir el acoso escolar. Por ejemplo, podría tener:
- Opciones seguras para la hora del almuerzo para los niños, como clubes de biblioteca, ajedrez o jardinería
- Lugares seguros supervisados para que los niños vayan si así lo necesitan
- Un miembro del personal al que los niños saben que pueden denunciar el acoso
- Un programa para promover la concientización sobre el autismo
- Programas para ayudar a los niños con autismo a desarrollar habilidades sociales y de juego
- Actividades sociales grupales cooperativas en las que los niños con autismo estén involucrados activamente
Antes de terminar la reunión, asegúrese de tener un plan sobre cómo ustedes y la escuela van a manejar la situación.
Padres y educadores trabajando por la tolerancia
Fortalezcamos el valor de la tolerancia educando a los estudiantes, personal administrativo y docente, así como a todo padre de familia es una gran estrategia. El que pueda existir una dinámica de enfocarnos en las habilidades de los niños y no en sus dificultades (que finalmente pueden tomarse de manera inapropiada) es clave.
Algunos padres no se sienten cómodos compartiendo información privada de sus ojos, tales como su condición o diagnóstico. Otros han descubierto que enseñar a los compañeros de clase sobre la condición de sus hijos ha ayudado a prevenir el acoso y ha hecho que su hijos sientan mayor respaldo y aceptación.
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