
21 Feb Generalización en niños con autismo
Cuando estamos enseñando nuevas habilidades a nuestros hijos o estudiantes, muchas veces notamos que van avanzando muy bien; pero que, en otros contextos o situaciones, no vemos el mismo nivel de progreso. Por ejemplo, en el nido no logra seguir instrucciones sencillas, mientras que en casa es capaz de seguir dos seguidas; en casa siempre pide ayuda para cambiarse, pero, cuando está con los tíos no; incluso, quizás puede iniciar juegos con sus amigos del parque, pero no con los de su colegio.
En esos casos, puede existir una dificultad en la generalización de esas habilidades; esta suele ser una dificultad en los niños con autismo. Por eso, es importante planificar los procesos de enseñanza teniendo en cuenta la generalización. Esto va a asegurar que el aprendizaje del niño sea duradero y funcional y que dependa menos de ayudas o apoyos específicos, lo que favorece su autonomía, capacidad de adaptación y fortalece la comunicación e interacción social.
Algunas ideas para lograr generalización al enseñar habilidades nuevas en los niños, pueden ser:
- Utilizar distinto material y distintas actividades para mostrar ejemplos y situaciones en las que pueden poner en práctica la habilidad. Por ejemplo:
- Enseñar a solicitar piezas de un juego de encajar y solicitar piezas de un rompecabezas o solicitar distintas cosas (distinto material).
- Enseñar a solicitar comida en entorno natural y jugando a la cocinita (distintas actividades).
- Enseñar imitaciones motoras con bailes o circuitos motores (distintas actividades).
- Nombrar animales armando rompecabezas, leyendo cuentos, juguetes, animales reales (distinto material y actividades).
- Utilizar y enseñar en un ambiente natural es la mejor forma de que los niños comprendan cómo se ven esas habilidades “puestas en práctica”; además, le dan mucho más sentido y significado. Por ejemplo, enseñar a solicitar más comida mientras está comiendo, enseñar cómo se llaman las formas mientras juegan con la caja de formas, etc.
- Variar ligeramente instrucciones y modificar el estímulo que le damos para animarlo a hacer alguna acción, por ejemplo, si usualmente le decimos “vamos a comer”, podemos cambiarlo “hora de comer, vamos”. De esa forma, nos aseguramos que, no importa qué palabras utilicemos, entenderá el mensaje.
- Incluir habilidades, de acuerdo a la necesidad de cada niño, que tenga oportunidad de practicarlas en distintos contextos, por ejemplo mantenerse en una actividad de inicio a fin, autonomía, mantenerse en conversaciones, jugar por turnos, pedir ayuda, etc.
Recordemos que la generalización de habilidades en niños con autismo es clave para que apliquen lo aprendido en distintos contextos, con diversas personas y en situaciones variadas, promoviendo su autonomía e inclusión. Al incluirla en la enseñanza de habilidades, estamos apostando para que cada niño alcance su máximo potencial, favoreciendo la flexibilidad, adaptabilidad y resolución de problemas en su vida cotidiana.
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